Abdón Segovia Viticultor y bodeguero,

lunes, 22 de octubre de 2012

Entrevista ABC


CYL / ABDÓN SEGOVIA, PROPIETARIO DE BODEGA Y EMPRESARIO DE SERVICIOS VITIVINÍCOLAS

«Los mejores, que se fueron a las fábricas, ahora regresan»

Día 08/10/2012 - 11.52h
Lleva treinta años poniéndose el mundo de la viticultura a la espalda con su empresa     Vocarraje, en Morales de Toro (Zamora). «Yo nací antes que las cepas», dice con cierta        sorna Abdon Segovia, que dice pasar la crisis «como los juncos, ladeándonos mucho». 
Está molesto con algunas grandes empresas que han hecho grandes inversionesen                     los últimos tiempos sin calcular con prudencia los gastos y los beneficios y denuncia                       que quieren que sean «banqueros», porque pagan con retrasos de hasta un año.                        Con este panorama, Abdon ha reducido su plantilla de una treintena a la decena. 
«Hacemos una contratación muy cuidadosa», afirma, preocupado porque el 90%                          de la gente que le busca para pedir trabajo lleva en el paro demasiado tiempo y vive                  con la ayuda de apenas 400 euros, y el resto viene sin haber siquiera generado derecho               al paro. «El primer día ya quieren cobrar porque muchos no pueden pagarse la gasolina                 o la comida», cuenta sorprendido por ver «una necesidad asombrosa».
 Abdon califica de «extraordinario» el cambio que ha vivido:«He enseñado a más gente           que todo el Inem, incluso el idioma, y he sido una escuela de calidad, porque si mi                 gente no trabaja bien yo no consigo nuevos contratos». Sin embargo, con la llegada                    de las riquezas que produjeron las placas solares, la construcción o las fábricas                                 de muebles, recuerda Abdón Segovia que los buenos trabajadores se fueron y tuvimos               que contratar extranjeros, arreglar papeles, buscar viviendas y pagar incluso fianzas                      con situaciones muy complicadas que despiertan desconfianzas. «Hay que ver las dos                caras de la moneda», reflexiona. Ahora vuelven los españoles y «tenemos el problema completo», analiza el empresario. Los extranjeros no se han ido y cumplen con su trabajo,          según Segovia, que matiza: «Aquí no se rompe nadie el lomo, ¿eh?». Y no tiene pelos                   en la lengua al explicar que contrata españoles que han estado mucho tiempo parado                   y parece que quieran seguir parados. «No rinden y aquí nadie se revienta a trabajar,                 que nadie va delante de mí».

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